viernes, 1 de enero de 2010

Click

Parece increíble cómo puede cambiar todo en un instante. Cómo de pasar a llorar desde lo más profundo de nuestras entrañas, algo puede hacernos sonreír con total franqueza y esperanza... o a la inversa.
Siempre me ha fascinado ese preciso instante, el "click" que lo cambia todo, capaz de crear milagros en un mundo que casi ya no cree en ellos. Con total poder para obrar impune en un segundo e incluso menos. Y Cómo también trae la más absoluta desgracia y lo arrebata todo.
Por encima de ilusiones, metas, sentimientos, creeencias, personas, vidas, etc., siempre puede estar el instante; ese click.

Conforme ha acabado el año, y ahora que dispongo de un poco más de tiempo y serenidad, he podido echar la vista atrás y recordar mi último click, con toda la marea de emociones contundentes, intensas, que removió desde que surgió. Apesar de haber sufrido otro en la infancia, probablemente no sería así si no lo considerase el más importante que he tenido hasta la fecha.

Al rebobinar toda la concatenación de hechos, puedo verme allí... completamente desolado, hace siete semanas. En mi realidad paralela donde sólo contaba con un rincón oscuro y gélido para agazaparme y lamer mi herida. Una llaga de la que no brotaba sangre; sólo un putrefacto y ennegrecido chorro de miedo y soledad brutal.
No podía escapar; al lamerla, volvía a ingerir toda la ponzoña. Y si exhausto decidía abandonarme a ella, simplemente crecería tanto que todo aquello cuanto fui, habría dejado de existir.
Recuerdo bien las palabras temiblemente esperadas que me acuchillaron, comunicándome la posibilidad de que uno de mis seres más queridos dejase de acompañarnos para siempre. Aquel que quiso una vez, tras darme forma en su mundo de ideas, ofrecerme la vida.

Lo que aconteció tras de esto, fue un ser que con idéntica apariencia física a la mía, que se movía por ese mundo de los demás haciendo aquello que yo solía hacer.
Andaba, comía, iba a trabajar, hablaba, etc. Algunos lo observaban con extrañeza, pues aunque no había diferencia alguna conmigo, percibían algo en su mirada, que si bien no se apreciaba a primera vista, a veces con el rabillo del ojo y muy rápido... sí, casi podía intuirse una leve sombra tan antigua como LA VIDA.
De ellos, a unos se les ocurrió llamarla dolor, a otros miedo. Otros, sencillamente no se atrevieron a averiguarlo, y sólo unos pocos supieron que esa sombra poseía muchos más nombres.
Mientras, en mi rincón inexpugnable, a mí poco había ya que pudiera importarme de ese otro mundo de ahí. Desde esa oscuridad era ya imposible distinguir otros hechos, palabras o personas. Le importase a mi voluntad o no, habían dejado de tener forma para mí. Su eco ya no sonaba. El miedo tapó mis ojos, el dolor mis oídos.
Lo olvidé todo.
En la siguiente semana, sólo pudo llegarme un poco de luz. Tenue. Algunas personas eran capaces de entrar en aquella celda, porque poseían el poder de ver que el ser que les hablaba en su mundo era un impostor.

Sólo una nueva semana más tarde fue cuando lo escuché. Habría sido imposible oír otra cosa que no fuera ese click, soberbio y devastador. Largo como 100 eones, y sin embargo, veloz como la luz. Sus reverberaciones acompasaron mis violentos latidos a la perfección.
Lo que sucedió entonces arrancó de mí las costras y evaporó el veneno a través de mis poros. Absorbió las sombras, cerró la herida y me situó con unas pocas palabras (la noticia más hermosa que para mí cabía esperar) en el punto de partida, con tal ímpetu que durante las tres semanas posteriores, mi yo redimido volvió a su antiguo mundo embriagado y enloquecido por el alborozo y un ansia irrefrenable.
Había vuelto a ser libre.
Tres semanas en las que me consagré, de tan ahogado y  exánime como había estado, casi en exclusiva al júbilo, la celebración a la vida, las compañías más queridas y la voluptuosidad. Algarabía, besos, abrazos, sexo, alcohol, amistad, gratitud, metas, risas, caricias, conversaciones... esos fueron mis días y mis noches.
Tan sediento estaba de esta nueva libertad, que no vi mi casa más que para dormir las horas en las que mi cuerpo ya no me seguía.

Fui feliz, tan feliz como no creo recordar en muchos años. Pero sólo me quedaba ir hasta ti para decirte que he recorrido el infierno y el cielo para ti, mi querido amigo. Después de dos nuevas semanas arreglando  sin concesiones el descalabro laboral de tanta celebración, hoy estoy en mi hogar, en la casa que me vio crecer y correr por sus pasillos, con la certeza de que estás a mi lado, que por fin puedo apreciar tu sonrisa y el tacto tibio de tu mano. De que ya no te vas, aun no, y de que sigo siendo muy feliz.


¿Cuál será el próximo click?

5 voces:

David dijo...

Chaaacho jodé, doy fe de cómo te has venido pa'cá JAJAJAJA. Acojonando a to dios ahéeee!!! Todo el día con la sonrisa profident esa y con ese estado de maestro zen en plan: ejtoy en el sétimo cielo y la perfesión espirituá-nada artera mi estado de consiensia porque to me resbala-hay cuerda pa rato porque yo soy irredustible.
Chacho qué, te tomaste una cuba entera de redbull, café y whisky o qué, puntal? Y eso que dices aquí que ya te has calmado, cómo estarías antes, chacho! Chas, me tienes jecho porvo, hombre!

Mira, qué?, anoche la liaste parda o no?, qué risas puntal JAJAJAJAJA. Vane estaba antes toda partida viendo las fotos, menuda la montamos JAJAJAJAJAJAJA. A qué no hay webos de ponerlas en el facebook JAJAJAJAJAJA
Y esta mañana me llamó Jonay, y sabes lo primero que oigo por teléfono? Las risas del puntal descojonándose todo medio dormido todavía JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!

Pero mira, cambiando de tema, con todo lo que pasó con tu padre no es para menos. Que te dure la cuerda todo lo que haga falta y a disfrutar de él y de los que te quieren. Ya les felicité a ustedes en persona, pero te lo pongo aquí también, ahora que escribiste el post recordando todo, para que lo tengas y te acuerdes de que esta es la prueba de que, hablando claro, por muy jodido que ande todo, no hay que tirar la toalla hasta el final, por si acaso.
Puntal, felicidades a ti y a toda tu familia, que se lo merecen. Que todo continúe así, y a seguir tan animado y lanzado JAJAJAJA como te vi hace un rato mismo.

Anónimo dijo...

Muyayoooo, qué pasó! Jajaja!
Gracias David, se agradece el gesto de verdad. Eres un amigo de los que no tienen precio. Y sabes que toda mi familia os aprecia muchísimo.
Al final es la vieja historia de siempre, la que todo el mundo sabe (por eso puede sonar a tópico aun con toda la verdad y el peso que contiene) pero casi nadie comprende o se la aplica, salvo cuando llega algo que hace que la entiendas por las bravas; que en realidad son muy pocas cosas las que importan, pero esas pocas, valen más que su propio peso en oro y todas las demás juntas.
No es "un secreto zen", jejeje!, ni algo que me haya propuesto. Es simplemente que después de lo que yo podía haber perdido, de cómo lo pasé y cómo vi a mi familia (la gente que yo más quiero), tú crees que ahora mismo me importa... yo qué sé, por poner un ejemplo, los chanchullos y mala ostia del vecino de enfrente. Si eso pasara, pues nada, muy bonito o lo que él quiera, pero es que la mala ostia se la va tener que tragar el solo entera, porque yo estoy anestesiado macho, es que con toda la sinceridad del mundo, ni me voy a acordar. Normal que vaya yo tan feliz por ahí! (el resto de mi familia está igual, cada uno a su manera) Es como si te tocara la lotería, quién ostias se acuerda de ese maldito vecino en esas circunstancias?
Ahora mismo así ni importa el vecino, ni la novieta que se dejó por una una riña la semana pasada, el perrito de la del décimo que no se calla, ni que el equipo perdió la liga (en realidad eso no me importado en la vida, como sabes, pero por seguir imaginando y nombrando ejemplos que en esas circunstancias son absolutamente nímios, neutrales y prescindibles) o que el jefe es un antipático, etc.
Ahora mismo, en mis circunstancias lo que importa es quitarse el peso de encima. Y eso explica lo otro; esta especie de sobrecarga energética, jajajaja!
Es una cuestión natural e inconsciente en la que de forma automática se establecen prioridades; tanto cuando se corre el riego de perder algo verdaderamente importante y determinante que amamos, como cuando ese algo logramos recuperaralo.
De ahí a como lo manifieste cada uno, eso es otra cosa.
En mi caso ya lo decías tú; a mí me queda fiesta para rato, jajajaja!

En cuanto a eso, bueno, lo de anoche.... jajajajajaja!!!! Qué te digo, pues que ya sabes que esta noche repetimos chavalote, porque ya sabes que yo no lo conseguí y a ti te quedaba no sé qué. Y mañana cuando estén los reyes, a saber cómo amanecemos, jajajaja! Yo que tú iba dejando caer por casa la sempiterna frase de "voy un momento a por tabaco" (da igual que no fumes; ellos lo entenderán). Porque según el resultado de ayer, cualquiera sabe.
Haceos a la idea tú y Jonay (Vane, si vienes otra vez igual tu novio me mata a ostias... y yo sin poder defenderme jajajaja! Pero por mí encantado, ya dirás), acopio de voluntad e ilusión y como dijo Platón a Socrates en sus diálogos socráticos: Mariquita el último!

David dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!! Estás jareado tú o qué?

Sí, si listos estamos ya pa ir. pero concéntrate puntal: VAMOS A COMPRAR REYES. JAJAJAJA!!!
Que ayer al final hicimos todo menos para lo que fuimos. Y capaz que vamos a acabar hoy igual, con la misma cogorza.
Chacho, mira si así vas a trastocar todos los nombre de los paquetes y le vas a regalar a tu hermano el conjunto de lencería fina ese que compraste JAJAJAJAJA!

Anónimo dijo...

Ein? Pero qué dices?! Que le compré yo lencería a alguien???

Chavalote, el conjunto era para mí. Ya hablaremos tú y yo sobre eso, fortachón ;*

A lo mejor va a ser que tadavía tengo los efectos del alcohol.
A las 5 estoy ahí. Me voy que tengo que salir YA para otro sitio.
Dejo esto cerrado.

Anónimo dijo...

Hoy he descubierto la falta de unos mensajes en esta entrada.
En ella habían 4 comentarios. Han quedado 2; sólo los míos. Los otros dos pertenecen al amigo David.
Han desaparecido y no sé aun de qué forma. Sólo puedo decir que por mi parte nunca ha habido intención alguna de borrarlos o rectificarlos.
Gracias a un amigo que, digamos, trabaja con varias ramas de la informática, los he recuperado.

Mi amigo David inauguraba la tanda de comentarios perteneciente a esta entrada con este comentario:


de David:
Chaaacho jodé, doy fe de cómo te has venido pa'cá JAJAJAJA. Acojonando a to dios ahéeee!!! Todo el día con la sonrisa profident esa y con ese estado de maestro zen en plan: ejtoy en el sétimo cielo y la perfesión espirituá-nada artera mi estado de consiensia porque to me resbala-hay cuerda pa rato porque yo soy irredustible.
Chacho qué, te tomaste una cuba entera de redbull, café y whisky o qué, puntal? Y eso que dices aquí que ya te has calmado, cómo estarías antes, chacho! Chas, me tienes jecho porvo, hombre!

Mira, qué?, anoche la liaste parda o no?, qué risas puntal JAJAJAJAJA. Vane estaba antes toda partida viendo las fotos, menuda la montamos JAJAJAJAJAJAJA. A qué no hay webos de ponerlas en el facebook JAJAJAJAJAJA
Y esta mañana me llamó Jonay, y sabes lo primero que oigo por teléfono? Las risas del puntal descojonándose todo medio dormido todavía JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!

Pero mira, cambiando de tema, con todo lo que pasó con tu padre no es para menos. Que te dure la cuerda todo lo que haga falta y a disfrutar de él y de los que te quieren. Ya les felicité a ustedes en persona, pero te lo pongo aquí también, ahora que escribiste el post recordando todo, para que lo tengas y te acuerdes de que esta es la prueba de que, hablando claro, por muy jodido que ande todo, no hay que tirar la toalla hasta el final, por si acaso.
Puntal, felicidades a ti y a toda tu familia, que se lo merecen. Que todo continúe así, y a seguir tan animado y lanzado JAJAJAJA como te vi hace un rato mismo.


A continuación le sucedía mi primera respuesta, la cual ya puede puede leerse aquí.
Seguidamente David volvía a comentar de nuevo:


de David:
JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!! Estás jareado tú o qué?

Sí, si listos estamos ya pa ir. pero concéntrate puntal: VAMOS A COMPRAR REYES. JAJAJAJA!!!
Que ayer al final hicimos todo menos para lo que fuimos. Y capaz que vamos a acabar hoy igual, con la misma cogorza.
Chacho, mira si así vas a trastocar todos los nombre de los paquetes y le vas a regalar a tu hermano el conjunto de lencería fina ese que compraste JAJAJAJAJA!


A lo que le respondía yo con el último de los mensajes que aquí aparecen.

He decidido volver a ponerlos porque, a parte de que éste es su lugar y de que fueron unas palabras que un buen amigo me ha dedicado en un momento muy bonito y decisivo de mi vida, evidentemente no tiene sentido que deje esto así, de manera que parezca que estoy hablando solo.

Nada más, por el momento.
Un saludo.